¿Cuál es el mejor método de flete?

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Para algunos exportadores e importadores, el transporte de mercancías es un tema importante, que genera muchas dudas e incertidumbres. La elección incorrecta del método de envío puede significar la pérdida de dinero y un tremendo dolor de cabeza. Te explicaremos más sobre los dos tipos de fletes: FOB y CIF, mostrando sus características, ventajas y desventajas, para ayudarte a elegir la mejor opción.

FOB 

En FOB, el acrónimo en inglés de free on board, la responsabilidad recae enteramente en las manos del destinatario final de la mercancía. Es decir, es el importador quien corre con los gastos de transporte, elige un transportista, contrata el seguro, rastrea y resuelve eventuales contratiempos, mientras que el exportador solo gestiona el envío de los productos

De esta forma, la venta puede ser inferior a la del formato CIF, ya que el precio final del producto no incluye los gastos de transporte. Además, el flete FOB es muy utilizado en el comercio entre empresas, o B2B (Business to Business), ya que la organización del proceso de transporte requiere un arreglo bien consolidado que, a su vez, se encuentra mayoritariamente en industrias que ya cuentan con sus propias redes logísticas y transportistas confiables.

Finalmente, normalmente, el comprador paga el flete después de recibir los productos y, en el caso de FOB, este valor debe incluirse en la emisión de la factura.

CIF

En el caso del flete CIF, acrónimo en inglés de "cost, insurance and freight", es el remitente de la factura quien se encarga del pago del flete. Es decir, el exportador es el único responsable de transportar la mercancía, rastrearla, solucionar cualquier problema y asumir los costos en su totalidad. En esta modalidad, el importador solo tiene que pagar el producto y esperar su llegada.

De esta forma, el precio de venta puede resultar más caro, ya que todos los gastos del vendedor con el transporte se trasladan al destinatario. Por lo tanto, a diferencia del FOB, no hay registro del valor del flete en la factura. Generalmente, la modalidad CIF es muy utilizada en el comercio B2C (Business to Customer) y por los importadores, ya que es una modalidad conveniente para ellos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el CIF es el flete más caro para el comprador.

Este método de flete también se utiliza cuando se trata de carga fraccionada, es decir, un gran volumen de mercancía que debe entregarse en diferentes lugares, ya que, en este escenario, el FOB se vuelve inviable.

¿Cómo elegir el mejor método de flete?

En general, no existe una modalidad que sea peor o mejor que la otra, sino la que mejor se adapta a ti y al escenario de tu empresa. Así, comentaremos algunos criterios, además del económico, que debes tener en cuenta a la hora de elegir un tipo de flete, ya que esta decisión repercutirá en los costes y consecuencias de la organización logística:

Responsabilidad de entrega

Por un lado, el CIF garantiza cierto ahorro de tiempo al liberar al destinatario de la responsabilidad del transporte. Por otro lado, existe la posibilidad de esta modalidad promover retrasos y pérdidas en la producción, ya que, como el comprador no tiene capacidad de decisión y no puede resolver contratiempos, es necesario apelar y esperar al proveedor, mientras, en el caso de FOB, el problema puede ser resuelto directamente por el destinatario.

Si la cadena de suministro de un importador no tiene procesos bien estructurados o está sobrecargada, lo ideal es adherirse al CIF. Pero para eso, se deben construir y monitorear relaciones de confianza con los proveedores tanto como sea posible. Ahora, en un escenario en el que un vendedor sabe que no puede hacerse cargo de la logística del envío, la mejor alternativa es FOB.

Atribución de riesgos 

Antes de decidir por el CIF, es necesario recordar que el vendedor es el responsable de la mercancía, por lo que es él quien asume y gestiona los riesgos del transporte. Por otro lado, en el caso de FOB, la situación se invierte, ya que el cliente se hace responsable del flete. En ambos casos, es necesario destacar: la responsabilidad y atribución de riesgos comienza cuando los productos se envían y finaliza cuando se completa la entrega.

Monitoreo de carga

Ya sea para el remitente o el destinatario, el control de la carga es muy importante y requiere mucho cuidado y atención. Si un vendedor desea monitorear de cerca el transporte de su carga, debe optar por el CIF. Sin embargo, si este tema es esencial para un comprador, debe elegir el FOB. En ambos casos, si uno de los participantes en la negociación es el encargado de monitorear el camino de las mercancías, es común que la otra parte no esté constantemente actualizada sobre el transporte, por lo que la confianza entre los socios es primordial.

Ahora conoces un poco más sobre las modalidades de envío y puntos importantes que debes tener en cuenta para ayudarte a llevar a cabo una operación exitosa.

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